El futuro no se improvisa: claves para anticipar la tesorería y los estados financieros a un año vista

El verdadero control financiero no consiste en conocer el saldo bancario o cuadrar los flujos diarios, sino en anticipar y modelizar la evolución económica y financiera de la compañía con precisión y flexibilidad. La planificación financiera avanzada, basada en proyecciones ‘roll-forward’ a 12 meses, permite a las organizaciones abandonar el enfoque reactivo y gestionar la tesorería con visión de largo plazo, abriendo el cuadro de mando hacia el futuro.

En entornos volátiles, la dirección financiera no puede limitarse a los presupuestos anuales rígidos ni a la visión corta de la liquidez inmediata. El valor real está en disponer, en cualquier momento, de una previsión completa de resultados, balance y tesorería a 12 meses vista. Este enfoque permite ajustar hipótesis y visualizar el impacto global, detectando riesgos y oportunidades con antelación.

Este planteamiento resulta especialmente útil cuando la actividad de la empresa presenta estacionalidad marcada o sufre de cambios relevantes durante el ejercicio. Disponer de un horizonte de análisis móvil, adaptable a la realidad operativa y comercial, aporta una ventaja diferencial frente a quienes se limitan a revisar cifras tras el cierre mensual y/o anual.

La clave está en la integración automatizada de información contable, previsiones de cobros y pagos, políticas de gasto y calendario fiscal. Así, el controller o CFO dispone de una herramienta para simular escenarios y anticipar necesidades de financiación o posibles excedentes.

La proyección a 12 meses es la única que permite gestionar la tesorería con visión estratégica y evitar el “efecto túnel” de los presupuestos clásicos. Permite planificar con agilidad ampliaciones de circulante, pagos de dividendos, inversiones o devoluciones de deuda y anticipar tensiones de caja.

Además, facilita la comunicación interna y externa, respaldando decisiones críticas con datos objetivos y previsiones dinámicas. Los estados financieros previsionales se convierten así en el auténtico cuadro de mando de la empresa.

El enfoque debe ser flexible, visual y sencillo de utilizar. La solución debe facilitar la importación de datos desde EXCEL o desde un cuadro de mando, tipo nuestra BRÚJULA FINANCIERA. El usuario puede definir diferentes hipótesis de trabajo y trabajar con múltiples escenarios. Así, el susto del mes trece lo verá venir… y podrá poner el paraguas antes de que empiece a llover. De este modo, la empresa está preparada para anticipar cualquier eventualidad en los próximos 12 meses.

Si en tu organización quieres dar el salto de la simple reacción al control proactivo y disponer de una herramienta real de previsión financiera, pregunta por DANTE. Es el momento de dejar atrás la gestión a corto y empezar a conducir con visión de largo alcance. O, al menos, dejar de conducir mirando el GPS de hace tres ejercicios.

Javier Ruiz

Socio y Director de Finanzas y Control de Gestión