Crear valor en una empresa es conseguir que, en un momento dado, una compañía o una línea de negocio valga, en términos monetarios, más que en un momento anterior, superada la tasa de rentabilidad exigida por el accionista. Así de simple.
Antes que nada, es importante comprender que la selección de los criterios para evaluar la gestión debe pasar por gestionar la creación de valor más que por tratar de implantar sistemas para medirla, que también son importantes.
Con el fin de ayudarte a definir tu punto de partida para la creación de valor en tu empresa, hoy hemos traído este artículo con las cinco premisas básicas para implementar un modelo de gestión orientado al valor.
La gestión de una compañía bajo criterios de creación de valor puede resumirse en los siguientes pasos:
1. Conocimiento de la compañía y análisis de la capacidad de crear valor
El punto inicial para la implementación de medidas creadoras de valor es el conocimiento de la compañía. Esto implica conocer cuáles son las variables con capacidad significativa para crear valor en una empresa. A estas variables se las llama variables generadoras de valor (value drivers).
Las variables clave se determinan a través de un análisis de sensibilidad sobre la valoración detallada de la compañía (cuáles son los parámetros a los que la valoración de la empresa es más sensible); por ejemplo, el principal inductor para crear valor en una empresa es el crecimiento.
Además, debe realizarse un análisis pormenorizado de la capacidad de crear valor en la empresa por parte de cada una de las dimensiones del negocio; unidades de negocio, zonas geográficas, sectores, productos, clientes, etc., y su impacto en cada una de las variables generadoras de valor global en la compañía.
2. Dimensiones de negocio asociadas a riesgos en el proceso de creación de valor de una empresa
Una vez se ha decidido la estrategia para crear valor en una empresa, la dirección de la misma debe promover la asignación eficiente de recursos a las unidades creadoras de valor. Dado que el análisis de creación de valor va mucho más allá de un simple planteamiento de ingresos menos costes, es necesario comparar la capacidad de crear valor por encima del coste del capital invertido.
La asignación de recursos a cada dimensión del negocio adquiere, por tanto, una enorme relevancia; por ejemplo, una política de crecimiento puede movilizar una gran cantidad de recursos de capital con el consecuente coste.
Si estas decisiones no son tomadas en un análisis adecuado de creación de valor, existe una serie de dimensiones del negocio que proporcionan la mayor parte del valor a una compañía, mientras que existen otras que únicamente son consumidoras de capital y destruyen valor.
Además, cada dimensión lleva asociada un nivel de riesgo concreto; o bien por zonas geográficas, o bien por tipo de negocio.
3. Análisis de la viabilidad económica
El análisis de viabilidad económica de las inversiones (VAN) ocupa un aspecto esencial en la gestión orientada al valor.
Este procedimiento permite analizar la creación de valor por parte de cada una de las inversiones iniciadas, permitiendo priorizarlas de acuerdo con el objetivo de crear valor en una empresa.
4. Definición de objetivos para crear valor en una empresa de forma tangible
Una vez definidos los objetivos clave para cada una de las medidas operacionales de cada una de las dimensiones del negocio, es necesario identificar los directores o gestores involucrados en conseguir dichos objetivos y vincular su gestión a la consecución de los mismos a través de una retribución variable.
Aquí ocupan un papel relevante los sistemas de compensación a la dirección de la empresa, su determinación, su cuantificación y el momento de hacer efectiva dicha compensación.
El sistema de compensación para la dirección debe estar alineado con la creación de valor en la empresa y debe desarrollarse a todos los niveles de la organización.
5. Establecimiento de una política de comunicación a todos los niveles
El establecimiento de una política de comunicación a todos los niveles de la empresa es fundamental para el entendimiento e involucración de todo el personal y para la consecución de los objetivos.
Dado que es necesario establecer una relación entre la actividad diaria de la empresa y la creación de valor, al menos las siguientes acciones deberían implementarse:
- Establecer un sistema de indicadores propios para cada unidad de negocio. Esto implica elegir y combinar adecuadamente los indicadores de performance de cada unidad, las fuentes para su cálculo, la fórmula para su determinación y el control y seguimiento de los mismos.
- Combinar indicadores de performance financieros y no financieros en la presentación de los informes sobre los resultados de una empresa o unidad de negocio (por ejemplo, tasas de crecimiento de la cifra de negocios con incremento del tamaño del pedido medio por cliente).
- Fijar indicadores de performance que sirvan como indicadores tempranos o señales de alerta; por ejemplo: tasa de variación de la cifra de negocio, grado de utilización de la capacidad productiva, importe medio de la venta, número de facturas emitidas, etc.
- Desarrollar, para los distintos ejecutivos y personal de la empresa, una combinación de “value metrics” que les permita identificar sus responsabilidades y logros dentro de la organización. Un ejemplo de esto podría ser el siguiente:
De esta manera, toda la organización toma conciencia del papel que juega en la creación de valor y puede identificar perfectamente su contribución a la misma a través de la relación entre los indicadores de performance operativos y los indicadores de creación de valor.
En resumen, una política de gestión orientada a la creación de valor debería, al menos, contener los siguientes puntos para tener éxito:
- Establecer de forma explícita y clara el apoyo de la alta dirección a la gestión basada en el valor y el compromiso de cumplir con el fin de la función financiera: maximizar la riqueza de los accionistas.
- Fijar estrategias objetivo de valor corporativo basadas en el conocimiento propio y del sector y determinar qué hace que se cree valor en la empresa (value drivers o inductores de valor).
- Formar a directivos y empleados en la gestión basada en el valor.
- Asignar y planificar los recursos en función de su contribución a la creación de valor.
- Establecer un sistema de compensación para la dirección alienado con la creación de valor.
- Informar y comunicar a toda la organización los resultados de la gestión orientada a crear valor en una empresa.
Si todavía tienes dudas sobre cómo crear valor en una empresa, contacta con nosotros. En Altair | Soluciones Reales te ayudaremos a establecer un modelo de gestión eficiente bajo los principales criterios de creación de valor.
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